Hoy, 5 de Marzo, es el día mundial de la eficiencia energética. Un día en el que al menos los temas sobre energías renovables y su política, deberían salir más que nunca a la luz en los medios de comunicación.
Sin embargo, y por desgracia, lo poco que se ha escuchado, hubiese sido mejor que se quedase guardado en un cajón. Concretamente, en un programa de la "cadena SER", en el que hace un par de horas, tuve el placer de escuchar las palabras más absurdas del último mes. Vinieron de la boca de una profesora de una escuela técnica de ingenieros, lo cual todavía me hizo hervir más la sangre.
Su charla, por impresionante que parezca, se centró en decir que las energías renovables, no son renovables.
Sí, así de sorprendente.
Habló sobre energía eólica, y comentó que la energía eólica no podía llamarse renovable, debido a su dependencia del consumo de carburantes para transportar los aerogeneradores en camión a sus respectivas zonas de instalación y para sus futuros mantenimientos.
También habló sobre la biomasa; y en este caso, se lució diciendo que no era renovable porque era una energía que procedía de la tierra.
Poco hay que comentar sobre estas palabras. Quizás la tristeza de que, teniendo la oportunidad de proyectar una idea generalizada a un numeroso público sobre las distintas tecnologías de que se disponen, de sus beneficios económicos y medioambientales, se desperdicie para decir una sarta de sandeces con tintes demagógicos e ignorancia absoluta.
Punto y aparte y para abordar un poco el tema de la eficiencia energética hoy, comentar que, esa energía "no renovable", batió el pasado mes de febrero, su plusmarca histórica.
De forma concreta, la eólica cubrió sola, durante ese mes, el 21,7 % de los Kilovatios totales consumidos en España. Dicho de otra manera, 1 de cada 5 kilovatios consumidos, fueron producidos por los aerogeneradores, gracias a los cuales, conseguimos ahorrar 260 millones de euros de importaciones de combustibles fósiles, con sus correspondientes emisiones de CO2.
Pero supongo que este tipo de datos nunca son los que más gusta ofrecer a los ciudadanos, no vaya a ser que entonces protestemos por la supresión de ayudas y subvenciones que está sufriendo este tipo de energía, que cada día, nos sigue demostrando hasta donde puede otorgarnos autoabastecimiento energético.