viernes, 26 de agosto de 2011

El tipo de aerogenerador y cómo se ubican entre sí, puede multiplicar por 10 su productividad.

Es sabido que de la potencia total eólica instalada en la Península, sólo se recolecta en torno al 25 % , bien por falta de viento, de mal diseño de las turbinas o de mala ubicación de las mismas dentro del parque eólico. A estas dos últimaa conclusiones llegó John Dabiri del Instituto Tecnológico de California (Caltech), que ha llevado a cabo un estudio en un parque eólico experimental en el norte del condado de Los Ángeles, Estados Unidos. Dicho parque eólico alberga 24 turbinas de 10 metros de altura y 1,2 metros de ancho con rotores verticales.
Los parques actuales, emplean turbinas con eje horizontal. Este tipo de diseño, hace que las turbinas tengan que estar muy separadas entre sí, para no interferir unas con otras. Con estas turbinas de eje horizontal, la estela generada por una turbina, influye aerodinámicamente en las adyacentes, de tal forma que un elevado porcentaje de la energía del viento que entra en un parque eólico, se desaprovecha. (Podríamos estar hablando de un 70%).
Los ingenieros están intentando desarrollar turbinas de mayor altura y aspas más grandes para acceder a zonas donde las corrientes de aire son más fuertes. Pero, ¿hasta qué punto esto puede valer la pena? Al aumentar el tamaño de las turbinas, aumentamos en gran medida el precio de construcción, instalación y mantenimiento. Además, el impacto visual y peligro de cargarse a numerosas aves, es otro problema.
El equipo de Dabiri, ya pensó en esto, y su propuesta es dejar de centrarse en el diseño del parque eólico en sí mismo, y pasar a concentrarse en maximizar su eficiencia para la recolección de energía a altitudes más cercanas al suelo. Está claro que la energía eólica disponible a 10 metros del suelo, es menor que a 30, pero, evaluando a nivel global, toda la energía existente a 10 metros, es varias veces el consumo mundial eléctrico.
Ejemplo de turbina de eje vertical
¿Qué sacamos en limpio de esto? Pues está bien clara la idea. Lo que se pretende incentivar es la construcción de turbinas de menor tamaño (en torno a 10 metros), de las cuales se puede obtener la suficiente energía; siendo las instalaciones más baratas. Evidentemente esto solo se podría conseguir estando las turinas bien diseñadas para cada lugar y dispuestas de forma correcta. Además, con cada turbina girando en el sentido contrario de sus vecinas, los investigadores han comprobado que también aumenta su eficiencia, tal vez porque las rotaciones opuestas disminuyen la resistencia al movimiento en cada turbina, lo que les permite girar más rápido. Para finalizar, constatar que las turbinas eólicas con rotores verticales generaron entre 21 y 47 vatios de potencia eléctrica por metro cuadrado de terreno en los experimentos de Dabiri. Un parque eólico del mismo tamaño pero integrado por turbinas eólicas con rotores horizontales genera sólo entre 2 y 3 vatios de potencia eléctrica por metro cuadrado de terreno.







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